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Conde Ansúrez, Historia, Juana de Arco, Leyenda, Pucela, Pucelano, Valladolid
Existen varias hipótesis sobre el origen del nombre de Valladolid, pero entre las más aceptadas es la que vincula el nombre de la ciudad del Pisuerga de una derivación árabe Balad al-Walid («Puebla de Walid», «ciudad de Wallid», en referencia al califa omeya Walid I), o de Vallis Tolitum, un término latino-celta que significa ‘valle de aguas’.
Otros apuntan a que procede de ‘Vallis Olivetvm’, lo que significaría «valle de los olivos» y por otro lado se cree, que analizando el gentilicio vallisoletanos, podría derivar de ‘valle del sol’.
Si en esta explicación es cierto que no hay acuerdo, todavía es más complicado saber cuál es el origen del término «Pucela» y su gentilicio, «pucelano».
La ciudad carece de existencia en la prehistoria y tampoco estuvo habitada por romanos, vacceos, visigodos…etc. sino que, su comienzo se debe a los tiempos del conde Pedro Ansúrez. Con esto se elimina toda posibilidad de asociarlo a seres mitológicos, santos o patronos/as.
El primer historiador de Valladolid, Juan Antolínez de Burgos, explicó que cuando el papa San Clemente I, envió a san Dionisio a predicar en Hispania, distribuyó a sus discípulos por toda la península y cuando puedo convertir a algunos páganos en discípulos suyos, algunos fueron enviados ala ciudad de Pincia, de origen vacceo y que algunos autores identificaron como Valladolid. Sin embargo, no hay pruebas concluyentes para resolver si es cierto o es leyenda.
Por otro lado, el arqueólogo Miguel Ángel Martín Montes, cuya dedicación profesional a Valladolid ha sido amplia, señala que la primera vez que se leyó escrita la denominación de antigua villa del Esgueva fue en 1088 (en tiempos del conde Ansúrez) como «Valaolit».
Respecto al origen de Pucela, parece ser que se trata de un nombre más reciente, de origen popular a través de la expresión oral y que carece de documentación. Tampoco está clara su etimología. Se cree que pudiera venir de «puellicella» (jovencita) o «pullicella» (pulguita). Por otro lado, en el diccionario de Corominas, el término «poncella» se refería a Juana De Arco y las damas francesas y el término Pucela pudo incorporarse al castellano como un galicismo.
En un documento histórico publicado en el siglo XV, «la Crónica de don Álvaro de Luna, Condestable de Castilla, Maestre de Santiago», se recogía la correspondencia del monarca castellano con dos embajadas francesas para solicitar ayuda para enfrentarse a los ingleses en la Guerra de los Cien Años. En una carta de 1429 los partidarios franceses de Juana de Arco solicitaban a Álvaro de Luna que intercediese ante el Rey de Castilla par que los castellanos ayudasen a los franceses frente a los ingleses. El documento causó un gran revuelo y se convirtió en una reliquia, escrita por la «Pucelle» de su puño y letra. Con esta misiva se animó a la población para ayudar a Juana de Arco, naciendo así los partidarios de «La Doncella». Lus Calabia, cronista de Valladolid, concluye que «la Pucela» fue la propia caudilla francesa, y «los de Pucela» los que la siguieron.
Por su parte, el catedrático de Historia Contemporánea César Almuiña concluye que «Pucela» y «los pucelanos» son una «invención del siglo XX», mientras que el músico Joaquín Díaz señala que la comercialización de cementos llamados «La Pucelana» por parte de la empresa Eloy Silió, favoreció la expansión del término «Pucela».
*FUENTES:
Burrieza Sánchez, Javier (2019) ‘Guía misteriosa de Valladolid’, Edición revisada y ampliada. Gráficas Maxtor.
https://www.tribunavalladolid.com/noticias/de-donde-viene-el-nombre-de-valladolid/1490739453